Rosa Díez está siendo atacada por la izquierda representada por Enric Sopena (es decir, la izquierda extrema). En su última columna en el diario digital "el Plural" titulado Quo Vadis, Mariano? no tiene reparo en exclamar su sorpresa de que Ernesto Sáenz de Buruaga la presentase como una socialista. Quisiera desde aquí decirle una cosa: sí, lo es.
No deja de resultar extraño que esta progresía, que siempre mira al pasado con la excusa de la memoria histórica, no se refleje en esa izquierda republicana que no tenía reparos en defender la patria española. Y ahora esta progresía dice que hay que enajenar del socialismo a quienes defienden, desde una ideología (que no comparto), la unidad de España, un Estado fuerte, la devolución de competencias como la educación y la sanidad al Estado, y la lucha sin ambigüedades a los terroristas, incluso a aquellos que gobiernan ayuntamientos y van a gestionar millones de euros. ¿Hay que ser de derechas para defender esos puntos que afectan a la gobernabilidad de la Nación? Pues no, sólo un poco sensato.
Habrá que recordarle al Sr. Sopena que ni la patria, ni la bandera ni el himno es patrimonio de la derecha, ni la derecha pretende arrebatárselo a la izquierda ni al pseudoprogresismo del que es altavoz. Son patrimonio de los que sienten la patria y de quienes están orgullosos de su himno y bandera y no les avergüenza exhibirlos y ponerse de pie cuando suenan los acordes.
Y dicho todo esto, Rosa Díez no es un halcón de la derecha, es de izquierdas, es socialista. Y su único pecado ha sido decir bien alto que el término Nación no es discutible.
No deja de resultar extraño que esta progresía, que siempre mira al pasado con la excusa de la memoria histórica, no se refleje en esa izquierda republicana que no tenía reparos en defender la patria española. Y ahora esta progresía dice que hay que enajenar del socialismo a quienes defienden, desde una ideología (que no comparto), la unidad de España, un Estado fuerte, la devolución de competencias como la educación y la sanidad al Estado, y la lucha sin ambigüedades a los terroristas, incluso a aquellos que gobiernan ayuntamientos y van a gestionar millones de euros. ¿Hay que ser de derechas para defender esos puntos que afectan a la gobernabilidad de la Nación? Pues no, sólo un poco sensato.
Habrá que recordarle al Sr. Sopena que ni la patria, ni la bandera ni el himno es patrimonio de la derecha, ni la derecha pretende arrebatárselo a la izquierda ni al pseudoprogresismo del que es altavoz. Son patrimonio de los que sienten la patria y de quienes están orgullosos de su himno y bandera y no les avergüenza exhibirlos y ponerse de pie cuando suenan los acordes.
Y dicho todo esto, Rosa Díez no es un halcón de la derecha, es de izquierdas, es socialista. Y su único pecado ha sido decir bien alto que el término Nación no es discutible.
3 comentarios:
Pues yo a Rosa Diez el socialismo no se lo veo a ninguna parte.
Eso si, al PSOE tampoco.
Me alegra mucho que comentes, pero también me gustaría que argumentaras tu respuesta... ¿En dónde no ves el socialismo a Rosa Díez?
Respecto al PSOE, yo le veo el socialismo en el modo fulminante en que pretende igualar a los individuos (que no ciudadanos, con derechos y esas cosas que suelen irritarles: vaciándoles el bolsillo.
Donde esta la igualdad economica, la lucha de clases, el estado como empleador, si ese estado que se vacio de empresas en sectores estratégicos (Ese Berlusconi, que ni por el forro piensa privatizar la estatal EnEl, o Electricite de France, que mira que somos zotes en este pais), y que solo han dejado a los funcionarios improductivos, un plan orquestado para dejarlo en su minima expresión.
Una persona socialista defiende los impuestos progresivos, el estado como empleador. Y que quieres que te diga, pero eso, jamás lo que escuchado en la boca de Rosa 10.
Y repito, al PSOE tampoco, pero esta entrada no se titula "el PSOE es socialista".
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