Por fin se sabe cuál va ser la sede de los JJ.OO. de 2016, y no va a ser Madrid. Mi hemisferio patriota se apena de que Madrid no haya sido elegida sede olímpica, pero el hemisferio pragmático me dice que no es para tanto, ya que la elección hubiera significado una inyección de miles de millones de euros a cuenta de un Plan E concreto para el tema sacados directamente de nuestros impuestos. Y con los socialistas en el gobierno, ya se puede imaginar uno cómo se consiguen más impuestos: subiéndolos.
La no designación de Madrid como sede olímpica se convierte en el fracaso de Gallardón, quien se comprometió y responsabilizó personalmente de su aventura. Algunos apuntan a que su final político está ligado a este segundo fracaso. De los pocos titulares que he podido ojear (ojalá tuviese más tiempo), me ha hecho gracia el del diario del púgil periodístico Enric Sopena: "Lula derrota a Gallardón", comparando a un jefe de Estado con un alcalde, como si no existiesen Z. o el mismo Rey, que también salieron al estrado a decir sus cosas. Midiendo con el mismo rasero, un titular más correcto sería "Lula derrota a Zapatero", aunque quizás el ciertamente correcto sería "La candidatura de Río de Janeiro derrota a la de Madrid". Pero claro, el placer de pisar cual colilla el ego gallardonita no tiene precio, además de recordar que Zapatero ha dejado de tener flor para gafar todo lo que toca, convirtiéndose en el Ménem español, tanto en lo deportivo como en lo económico.
Hoy Z. ha tenido un día de buena suerte, pero a medias. De haber ganado Madrid la organización de los JJ.OO. de 2016, ¿cuántos minutos, portadas, páginas, reportajes... se habrían dedicado a la cosa? Sin duda muchos. Pero aún ahora, la tragedia del alcalde de Madrid ocupa más espacio que el drama del aumento del desempleo, aunque la nube olímpica no durará hasta más allá de mañana.
La foto de las góticas hijas de Z. sirvió para difuminar los debates de la subida incompetente de impuestos y la aprobación de que las jóvenes de nuestro país puedan abortar libremente con la píldora abortiva sin ningún tipo de control médico y, tampoco, estadístico. Aunque también sirvió para que no se hablara de su discurso en la ONU y su intervención en el G-20, aunque, quizás, eso también le vino bien a Z.
Si bien las cortinas de humo en este gobierno han ocurrido con mucha frecuencia, no sabríamos decir sin son realmente producto de la maquiavélica mente de Rubalcaba y De la Vega, o producto del mero azar. No obstante, algún responsable del PP habrá respirado tranquilo en el día de la designación olímpica, pues no era necesario ningún titular acerca del "Caso Gürtel" para tapar las cifras de desempleo.
2 comentarios:
Totalmente de acuerdo con tu post, pero además de eso Gallardón dijo que asumiría la responsabilidad de la derrota.
Pues bien, que lo haga y dimita.
Ha endeudado a los madrileños para varias generaciones,ha hecho un ridículo espantoso estrellándose por segunda vez por una megalomanía enfermiza y una ambición desmedida que le hace atropellar la razón y la lógica más elemental.
Lo peor es la cantidad de dinero que se lleva despilfarradno en los dos intentos fallidos y la imagen de país de segunda división que tenemos en el exterior,donde no pintamos absolutamente nada.
Gallardón es incapaz de asumir ni sus palabras ni su gestión y tampoco las consecuencias de todo ello. ¿Acaso no se recuerda cuando dijo que se iba, tras perder la posibilidad de entrar en las listas al Congreso "para ayudar" a Mariano Rajoy, y dar la marcha atrás poco después?
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