sábado, 10 de octubre de 2009

Afganistán y nuestra labor contra el terrorismo

Ante la polémica de si nuestro ejército, nuestras Fuerzas Armadas, está en Afganistán en misión de paz o en misión de guerra, tratándose de dilucidar si lo que ocurre allí es una situación de guerra o no, las distintas fuerzas políticas están en un debate estéril sobre el significado de las palabras.
Mientras el Gobierno insiste que es una misión de paz, o una misión de reconstrucción, pero a la vez reconoce que la situación es "difícil", los demás (y ahora oportunamente Cayo Lara), que estamos en una guerra. Las misiones en las que entran nuestros soldados siempre han de enmarcarse en una guerra, aunque muchos deseen definirla como "conflicto bélico" u otras palabras más amables para no decir claramente esa palabra tan antiprogre que es "guerra".
Que nuestro ejército está en una guerra, pues en la guerra contra el terrorismo estamos, en guerra contra aquellos que (no olvidemos) asesinaron casi 200 personas en los atentados del 11-M, aunque nuestra misión sea "de reconstrucción y de estabilidad", construyendo escuelas y esas cosas, es de una obviedad tangible. Las guerras tienen muchos frentes y misiones, y nosotros tenemos una que, primero, le sirve a Zapatero para rebuscar las palabras y no decir "guerra"(tan tabú como la palabra "crisis") y, segundo, promocionarse ante el nuevo premio Nobel de la Paz, su amigo Obama.
Tenemos una labor en esta guerra contra el terrorismo: construir escuelas para sustituir a las madrasas donde se lavan el cerebro a niños, futuros suicidas que no dudarán en inmolarse en vagones de metro, aviones, barcos... matando a inocentes en la creencia de que llegarán a un paraíso repleto de mujeres vírgenes. Y otras tantas misiones necesarias, dentro de una acción global llamada "guerra contra el terrorismo" para que Afganistán no se convierta en un nido de terroristas y en refugio para éstos.
Los terroristas talibanes no entienden de banderas, de misiones, de frentes... Entienden que todo aquel soldado uniformado es un enemigo. Y lo es. Por eso lo atacarán. Nuestros soldados han de repeler los ataques con todas las consecuencias. Aunque nuestra labor sea de reconstrucción, los talibanes terroristas son nuestros enemigos y asesinos de compatriotas, y en una guerra hay que usar las armas, olvidando las frases y las buenas intenciones y las palabras de nuestros políticos.
Si no hubiera guerra, conflicto bélico, o lo que sea, ¿no hubiera sido mejor la presencia de las ONG's para construir lo que construyen las Fuerzas Armadas?
Nosotros, nuestros soldados, han de estar allí, y recordar a las víctimas del 11-M para saber por qué estamos en Afganistán. Estamos en una guerra contra el terrorismo. Irnos de Afganistán sería un error políticamente garrafal; disputar políticamente por la definición de la misión es un juego pueril (y sonrojante) en comparación con lo que nos jugamos allá; el oportunismo de Cayo Lara y su pretensión de rescatar el "No a la guerra" es, sencillamente, propio de un partido que se dirige a su autodestrucción.

3 comentarios:

-- dijo...

NO A LA GUERRA Manifestación estatal: 30 de diciembre de 2009

grupo en facebook:

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El Ala Derecha dijo...

¿Desde cuando el Estado convoca manifestaciones?

Hombres Maltratados Malaga dijo...

Creo que ultimamente los camellos o venden una nierda buenisima o demasiado mala para las neuronas de algunos. un saludo camarada.

cierra españa.