"Zapatero busca un pacto de Estado con Rajoy ante la crisis", reza un titular de El País. Zapatero en su etapa en la oposición a Aznar siempre buscó, dentro de lo que él llamaba talante, el "pacto". Ahora, como presidente, busca pactos con Rajoy, lo que no deja de ser sospechoso de repartir culpas en su fracaso como gobierno.
Todos recordaremos el famoso pacto ofrecido por Z., aquél que rompió cuando empezó a negociar (para algunos rendirse) con ETA, lo que le valió al presidente el agrio reproche de Rajoy con la frase "usted está traicionando a los muertos". Seamos realistas: un pacto a Z. le sirve hasta que deja de serle útil, como todos los ministros y demás cadáveres que guarda en su armario.
Quiere un pacto por la educación, ahora. ¿Habrá que recordar la carta del Mariano Rajoy para pactar el sistema educativo, carta que el PSOE rechazó en su política de "cordón sanitario", de aislamiento en el Congreso del Grupo Popular, cuando prefería pactar con los grupos minoritarios y hacer evidente la soledad del PP? Noviembre de 2005.
Nadie puede negar, ante la evidencia, de que es necesario un Pacto de Estado por la Educación, un pacto que elimine el adoctrinamiento y que premie el esfuerzo, que acabe con las diferencias entre comunidades autonómicas y que sienten una base común entre todos los españoles. También es necesario un Pacto de Estado contra la crisis económica. Pero son innecesarias totalmente las coartadas de cordón sanitario a las que nos tienen acostumbrados Z., su gobierno, los socialistas and friends para ocultar su fracaso como gobierno y achacar los males del país al Partido Popular.
Lo malo es que si Mariano Rajoy se niega a ser cómplice de las carencias de este gobierno que sufrimos, el aparato propagandista de Z. tendrá la coartada de que "seguimos en la crisis porque el PP se ha negado al Pacto y entorpece con ello la política económica solidaria y sostenible que necesita España para bla bla bla...". Ya hay ejemplos.
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