Como se puede observar, se compara a Madoff, no sólo con el Ché, sino también con Robin Hood y con Pancho Villa. Venden chapas, tazas, camisetas, ladrillos, gorras... y prometen que todos los beneficios irán destinados a las ONG que deseemos.
Sabemos que Madoff no es ningún Robin Hood, ni Pancho Villa ni el Ché Guevara, por el simple hecho de que Madoff es un estafador que, a pesar de lo que ahora algunos parecen hacernos creer, estafaba a los ricos para hacerse más rico aún (adios al mito del héroe de Sherwood) y no para cargarse el capitalismo; ni tampoco utilizó una estrategia "digna de un avezado activista antiglobal", sino que estaba guiado por la más cruda codicia.
La gente que utilice la imagen (distorsionada) de Madoff para sacar beneficios, aunque éstos vayan destinados a las ONG, deberían saber que el estafador también se cargó una de las bases del capitalismo y con la cual se hacen los negocios (incluidos los de la venta de tazas): la confianza.
2 comentarios:
Ergo, se demuestra que estas cosas hace falta algo mas que la confianza, ergo, tiene que haber alguien que de verdad tutele, ergo, hace falta un estado poderoso que evite estas cosas, ergo, para que ese estado exista hace falta impuestos. Si, si, la palabra maldita.
A todo esto:
http://www.abc.es/20090109/economia-bolsa/destapa-otra-estafa-piramidal-20090109.html
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