Víctor Gago ha pedido disculpas por las declaraciones en una tertulia radiofónica en la que decía que la jefa de prensa del Partido Popular era la culpable de las filtraciones que acusaban a Aznar de viajar en avión privado y de ser el padre del bebé de una ministra francesa, declaraciones por las cuales la mencionada jefa de prensa, Carmen Martínez Castro, ha interpuesto una demanda judicial al tertuliano de Intereconomía.
Mi pregunta es cómo Mariano Rajoy, el jefe de la jefa de prensa, al que se le supone un mínimo de inteligencia política, no ha impedido esta demanda judicial, la cual ha permitido que la mayor parte de los medios, incluida la blogosfera, se echen las manos a la cabeza ante tamaño ataque a la libertad de expresión.
Ignoro si Carmen Martínez Castro tiene la razón en este asunto y si Víctor Gago ha sobrepasado los límites de la libertad de expresión, eso tendrá que determinarlo el juez, a menos que la demandante aceptara las públicas disculpas del periodista y retirara la demanda judicial. Pero no me cabe en la cabeza que Rajoy no haya previsto la reacción que iba a provocar esta demanda. Creo que ha demostrado, en cierto grado, una torpeza política casi intolerable en un líder de un gran partido que, además, está en horas bajas.
Hay una frase que bien podría ser una norma en política que todos deberían tener muy presente: "No empieces aquello que no sepas cómo va a acabar". Zapatero lo sabe muy bien cuando dijo en un mitin aquello de aceptaré el estatuto que salga de Cataluña (...) y ahora lo debería saber Mariano Rajoy con la demanda judicial a Víctor Gago, que se suma a la demanda gallardoniana contra Federico Jiménez Losantos para que, por la torpeza política de quienes se lo guisan en Génova 13, desde la propia derecha, la de la calle que vota, se le diga al PP que lleva a juicio a la Libertad.
A Mariano Rajoy esto le supone la rebelión de los que faltaban por rebelarse, que es lo que le faltaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario