Después, en el artículo de Cecilia Guzmán, nos ofrece la respuesta que, por supuesto, ni se intuye en la portada. Dice exactamente: "La dirigente popular ha dicho que Elena Salgado "no se ha caracterizado por tener una gestión brillante" y que los sectores económicos esperaban “un ministro con la fuerza suficiente" para adoptar políticas "valientes", cualidades que no reúne, en su opinión, la nueva titular, que “no se "enfrentará" a las decisiones de Zapatero."
Es decir, que el titular no tiene nada que ver con la realidad descrita después por la propia cronista. De decir que Elena Salgado no es adecuada porque no tiene ni la fuerza ni la valentía de un ministro (y no una ministra, implícito), a decir que Elena Salgado no tiene la fuerza ni la valentía que debe reunir un ministro (o ministra, implícito), media sólo un titular miserable de "El Plural" (y van...).
Está visto que el deseo de este diario digital, a medio camino entre panfleto y tebeo, es que sus lectores sólo lean la portada, llena de titulares tendenciosos y retorcidos, alejados de la realidad que en el interior describen (a la manera que pueden escribirlo). Así, el típico lector de "El Plural" sólo leerá el titular y se quedará con que Dolores de Cospedal es una machista, en vez de que Enric Sopena y los suyos retuercen la realidad para titular sus noticias panfletarias.
2 comentarios:
Y ayer titulaban en la Noria ( programa en el que es fijo el tal Sopena ) " ¿ Es semana santa la representación del PODER de la iglesia ? " o algo asi , aqui se confunde poder con devoción y machismo con realismo , el caso es siempre desprestigiar lo mas posible " al rival " con tal de no darles la razón por lo que se ve ...
Lo cierto es que una tendencia muy acusada en los últimos años la de que la prensa "eche el resto" en los titulares. Sabedores de que su papel es adoctrinar y no informar, los medios se limitan a proporcionar a los electores sonámbulos la frasecita que tienen que aprenderse, incluso aunque en el cuerpo del artículo se desmienta el titular (demuestran con ello lo poco que confían en sus lectores).
Y aunque la práctica es abrumadoramente progre, no sólo la prensa del régimen la utiliza. Mal vamos.
Buena entrada, saludos.
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