lunes, 5 de diciembre de 2011

Las barbas del vecino

Tras el anuncio de Italia de su duro plan de ajuste  (más y más y más impuestos) y tras oír en una tertulia de la Cope que España, o sea, Mariano Rajoy, tendría que subir el IVA más pronto que tarde, veo que las cosas van a ir más o menos en la misma línea: que la propia derecha mediática diga que han de subirse los impuestos, dándolo como la única salida al desastre, sólo puede significar que si el río suena...

Opino que la ciudadanía no va a comprender en absoluto una política de aumento de impuestos si antes no hay una política de recorte de lo superfluo, como son esas tantas y tantas subvenciones a lo inútil. Tampoco lo entendería en el momento que hay una maquinaria tan pesada como lenta e ineficaz, esa que llamamos Administración, por la que hay que pagar tanto de nuestros impuestos. Y, no en pocas ocasiones, por competencias por cuadruplicado (pagamos las subvenciones por cultura a nivel nacional, autonómico, provincial y municipal –y comarcas donde las haya–, sus respectivos funcionarios y los gastos que generan).

Tampoco se entendería que fuesen los contribuyentes quienes pagasen el pato de que haya tantas y tantas instituciones donde los políticos puedan medrar o jubilarse, a veces con sueldos que superan a los del propio presidente del gobierno. Es necesario un duro plan de ajuste, pero también político y de su propia concepción de la política viciada por la partitocracia.

Es decir, un duro plan de ajuste, no al ciudadano, sino de la propia administración burócrata y al servicio de los partidos políticos que racionalice el gasto e impere el sentido común al que siempre alude Mariano Rajoy, adelgazar el peso del Estado y todos sus perversos engranajes, siempre será aplaudido. Que el Estado acabe convirtiéndose en una pesada losa para el ciudadano, sólo significará que Mariano Rajoy no ha aprendido nada de las consecuencias del Plan E zapateril.


lunes, 17 de octubre de 2011

Aznar, ese crispador que se atreve a decir que debemos apoyar a las víctimas del terrorismo

Cada día me siento en la obligación de leer los digitales de casi todos los periódicos, sean sus líneas editoriales giradas hacia la derecha o hacia la izquierda, pero significativamente hoy la obligación de leer ciertas noticias de "El Plural", ese panfleto del gulag mediático dirigido por Enric Sopena, ha sido una obligación que me ha llevado a la náusea.

Comienzo a leer este artículo, escondido pero cuyo titular es muy significativo: "Aznar también crispa con la conferencia: "Nunca hay que pagar ningún precio a ningún terrorista"". Vamos, que decir cosas como "debemos apoyar a las víctimas del terrorismo porque su tragedia no puede caer en el olvido", "no es lo mismo ser víctima que asesino", "no se pueden tratar las cosas por igual no con equidistancia [...] si se hace no solamente se comete un verdadero error político sino que, además, constituye un verdadero desastre desde el punto de vista moral"... son para este periódico digital "progresista" (sic) una crispación. ¡Vaya!

Por cierto, especialmente nauseabundo es el artículo titulado: "Pedro J. reabre las heridas de Irene Villa y su madre para acusar al PSOE de claudicar ante ETA". No voy a comentarlo, se califica él solito. Sólo decir que acusar a Irene Villa de dejarse utilizar para encender bajas pasiones.... me callo. Prefiero enlazar la columna de la misma Irene Villa, en "La Razón", titulada "Traición".

No me extraña que Sopena esté tan orgulloso y cómodo en "La Noria".




domingo, 16 de octubre de 2011

ETA: Abriendo y cerrando heridas

Mañana se celebra esa "conferencia de paz" promovida desde la llamada izquierda abertzale con la idea principal de internacionalizar lo que no pocos llaman "conflicto vasco", que no es ni conflicto ni vasco, es un problema que tienen unos tarados mentales con el concepto de democracia y con la democracia misma.

Lamentable me parece que, en toda esa pantomima que llevamos incluso antes de que Bildu, los testaferros de ETA, fuese legalizada para apoderarse de los censos y presupuestos municipales, sea el PSE-PSOE quien se sume a la farsa que se va a perpetrar mañana. 

Me parece más lamentable en el lugar en el que se ha instalado el socialismo y la izquierda en general (con sus excepciones, como Rosa Díez) dando alas, aunque sea sólo "para mirar", y algunos, no sin bajeza, comparando lo de mañana con los actos de José María Aznar en la tregua etarra de aquel entonces. Por supuesto, eso le ha llevado a que las víctimas se enojen, y con razón. 


Parece evidente, por mucho que duelan las palabras de José María Aznar, que hay una opción genuflexa de súplica para que haya movimientos hacia el fin de ETA antes de las elecciones del 20-N; un empeño en querer pretender que se va a alcanzar la paz, dando la espalda a las víctimas y por la puerta de atrás, sin vencedores ni vencidos, equiparando a víctimas con verdugos. De ese modo, un empeño en cerrar las heridas, y a ser posible antes de las elecciones.

Pero al mismo tiempo que vemos a una izquierda empeñada en cerrar a cualquier precio, aun a costa de las víctimas, las heridas provocadas por el largo historial delictivo y genocida del terrorismo etarra, resulta paradójico su mismo empeño en reabrir heridas con el tema de la Guerra Civil y la dictadura franquista, a través de la llamada Memoria Histórica. 

¿Acaso no resulta paradójico hasta lo repulsivo que intenten a la desesperada cerrar un conflicto entre la demócratas y los totalitarios etarras de espaldas a las víctimas y a su dignidad y, al mismo tiempo, quieran abrir una y otra vez, con su correspondiente fractura social, el conflicto que nos llevó a matarnos entre nosotros y a una dictadura de cuarenta años? 

viernes, 14 de octubre de 2011

Pan negro

La elección de Pan Negro como candidata de la Academia de Cine Española a los Óscar, en su categoría de mejor película extranjera, he generado un debate sobre si una película en catalán puede ser o no representar a España. Una pregunta que, si se hace adecuadamente, lleva implícita la respuesta: ¿Puede una película española representar a España? Obviamente, sí.

No podemos escandalizarnos por el hecho de que una película rodada en cualquier idioma español, ésta llegue a representarnos. Y más cuando un 82% de la película la hemos pagado de nuestros sufridos impuestos. Así que es española como la que más.

No obstante, cada cual arrima el ascua a su sardina, como sucede con el nacionalismo, que vende el tema como un logro del cine catalán (que no español) y de la lengua catalana, como una pequeña batalla ganada por el nacionalismo, más cuando antes Joel Joan, conocido independentista, decía: [...]la mayoría de los académicos en españa son castellanoparlante, es la lengua con la que se sienten identificados, en catalán es una lengua extranjera y, por tanto, es muy difícil que una versión original nunca llegue a Hollywood.

Resulta casi esquizofrénico que un nacionalista se lamente de que el catalán sea considerada una lengua extranjera en España (¿acaso no quieren eso?). Pero cuando se demuestra que la cultura catalana (y por tanto española) tiene aceptación en el resto de España y, cuando se hace una película que, pagada con los impuestos de todos los españoles en un 82%, resulta aceptable a los ojos de los académicos y se la nomina para ser candidata a los premios más importantes del cine, resulta totalmente lamentable (aún más) esa discriminación de la lengua castellana dentro de la cultura catalana, como sucedió con los hechos de la Feria del Libro de Frankfurt en 2007, justificado por el nacionalista Carod.

¿Aceptaría la Academia de Cine Catalán una película genuinamente catalana rodada en español? ¿Lo aceptaría Joel Joan?

lunes, 26 de septiembre de 2011

Según Sopena, sólo los progresistas derrotarán a ETA

Por desgracia, el terrorismo, de un tiempo a esta parte, ha entrado en las distintas campañas electorales celebradas en nuestro país. En este año 2011 de elecciones autonómicas, locales y ahora generales, es el terrorismo etarra el que ha querido llevarse el protagonismo.

En las últimas elecciones autonómicas y locales con la introducción de los testaferros de ETA (gracias a la colaboración imprescindible de un cuestionadísimo Tribunal Constitucional y su cuestionadísima sentencia) en las elecciones locales que le dieron numerosos ayuntamientos y acceso a los presupuestos. Ahora, ya disueltas las Cortes y con Zapatero como pato cojo, con los movimientos etarras con los Acuerdos de Gernika como eje.

Desde el panfleto del gulag mediático que dirige Enric Sopena, éste ha escrito una columna titulada "Les inquieta ETA? No, les inquieta el 20-N" que, en mi opinión no merece otro calificativo que deleznable, más teniendo en cuenta que muestra a las claras las pretensiones de los socialistas y afines: rentabilizar políticamente una pseudoderrota de los terroristas.

No deja de ser curioso que "El Plural" (que de plural, nada de nada), vaya sacando artículos en los que prevén "el fin de ETA" y de lo mucho que preocupa al Partido Popular que ese "fin de ETA" (nótese la importancia de las comillas) a la vista de las próximas elecciones generales, como si el Partido Popular no quisiese el fin de ETA.  Algo, que por cierto, no es nada extraño en el digital sopenístico.

Pero si he calificado la columna de Enric Sopena como deleznable es por las siguientes palabras:
O sea, el PP y su entorno periodístico no desean que -gobernando el PSOE- termine la existencia de ETA. ¿Por qué? Porque no admiten que sean los progresistas quines (sic) ganen la batalla contra los terroristas y más todavía a dos meses escasos del 20-N.
¿Acaso son los progresistas, señor Sopena, quienes ganan batallas contra el terrorismo o no será acaso toda la sociedad española quien gane esa batalla? ¿Acaso el fin de ETA ha de atribuirse exclusivamente a los progresistas, y no , por ejemplo, a todos los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que han, no sólo intervenido contra ETA, sino incluso sacrificado su vida por causa del terrorismo?


Patético y deleznable el comentario de Enric Sopena, dejando al margen a toda la sociedad que ha luchado y sacrificado por causa de un cáncer que ya dura demasiado, atribuyendo exclusivamente a los progresistas (y por extensión a Alfredo Pérez, ex-ministro de Interior) una eventual (y falsa) victoria frente a los terroristas, denotando su sectarismo nada sorprendente y habitual.

Parafraseando al mismo Enric Sopena: ¿Les inquieta ETA? No, les inquieta una victoria popular en 20-N.



jueves, 22 de septiembre de 2011

Montesquieu sigue muerto

A raíz de la decisión del Pleno de la Audiencia Nacional de revocar el procesamiento de los tres miembros de la cúpula policial de Alfredo Pérez Rubalcaba por el Caso Faisán, no han tardado desde el socialismo la exigencia de disculpas al Partido Popular, en especial la directora de la campaña rubalcabiana Elena Valenciano. 

En primer lugar, no es verdad que, como desde la factoría nos quieren hacer creer, que haya un adiós al vergonzoso hecho de un chivatazo a una banda terrorista, que los hechos no ocurrieron, que el delito no se produjo. Por tanto, sigue existiendo un delito al que el Pleno de la Audiencia Nacional exige más investigación para clarificar a quiénes juzgar. En resumen: existió un chivatazo a los terroristas, el cual aún no ha sido esclarecido (según la AN), a pesar de que tenemos las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad mejor preparadas para la lucha contra el terrorismo, especialmente el etarra.

Por otro lado, no crean que deban ser los partidos políticos, especialmente los mayoritarios, quienes empiecen a exigir disculpas o a exigir responsabilidades por cada resolución judicial que salga a la luz. Que el PSOE y el PP se tiren piedras, se feliciten a sí mismos cuando las resoluciones son favorables o que recurran a la manida frase "nosotros respetamos las decisiones de los jueces", cuando han sido unos quienes mataron a Montesquieu y otros quienes lo enterraron, no deja de ser una burla y un intento de engaño permanente al ciudadano.


Podemos ver a Alfredo Pérez Rubalcaba hacer propuestas encaminadas a satisfacer en cierta medida a los indignados, y sin embargo, no le hemos oído palabra sobre la propuesta de Independencia del Poder Judicial del 15-M. No espero de Rubalcaba, uno de los mayores fontaneros del socialismo español, que proponga retornar al sistema de elección del CGPJ anterior a la modificación de la Ley por parte de Felipe González y satisfacer así a los indignados. Tampoco lo espero de Mariano Rajoy, por mucha regeneración democrática que pueda prometer.

Montesquieu sigue muerto, enterrado en cal viva y no veo disposición en resucitarlo. Mientras tanto, que no vengan con eso del respeto a la Justicia, que no me lo creo.

En defensa de la Educación

No es ningún secreto que las protestas realizadas por parte del profesorado de la enseñanza pública no son más que un instrumento de los sindicatos afines que, a base de subvenciones y más subvenciones, han conseguido diluir su verdadero significado como sindicatos para pasar a formar parte de esa conglomerado informe que se llama la izquierda. Son un instrumento al servicio de esa agitación previa a unas elecciones a las que nos tienen acostumbrados y de la cual siempre se pretende sacar rédito de cualquier tipo.

No nos engañemos, no defienden la enseñanza pública, ni siquiera defienden la enseñanza (a secas), y da vergüenza ajena oír decir a ciertos representantes que la calidad de la enseñanza pública se va a ver mermada. Como ya dije, en época electoral mucha gente se pone nervioso y dicen muchas tonterías, pero cuando ya se ha engranado y engrasado la maquinaria de la izquierda, tanto a nivel de partido, sindicatos y prensa, además se dicen mentiras.

Repito: no es una batalla por la educación pública o la educación privada, no es una batalla por la calidad de la educación pública ni siquiera por la educación en sí misma. Si así fuese, todos los profesores, de todos los colegios e institutos, públicos como privados, ya habrían salido a la calle hace bastantes años bramando contra el sistema educativo de nuestro país –cuyo padre no es otro que Alfredo Pérez (Rubalcaba)–  especialmente cada vez que un informe PISA nos deja en ridículo, y por tanto, también a esos profesores que no dejan de formar parte de ese penoso sistema. Es, simplemente, una lucha por mantener un status laboral  considerado por muchos funcionarios y trabajadores (incluyendo colegas del sector educativo privado) un privilegio.

Si de verdad la izquierda de este país quiere defender la Educación, especialmente la pública, que no digan esa falacia de que aumentar dos horas semanales (dentro de las tres que permite la Ley madrileña) significan recortes a la educación y de la calidad de la enseñanza y empiecen a atacar la verdadera causa de que nuestro país sea siempre la risa en los infomes PISA, que exijan a los candidatos, especialmente al padre de la LOGSE Alfredo Pérez, un cambio en el modelo educativo español que, además sea duradero en el tiempo y no  algo que siempre hay que cambiar por el capricho de cada gobierno.

Pero eso es pedir peras al olmo, más en estos días de elecciones donde tantas subvenciones están en juego dependiendo de quien gane.