sábado, 23 de mayo de 2009

El Ejército no se puede contagiar

Me han sorprendido las palabras de nuestro presidente Z. acerca del contagio de la gripe porcina (o gripe A) de varios militares españoles, en las que dice: "Cogen la gripe unos cuantos militares españoles y piden la dimisión de Chacón".
Me sorprende porque es de libro que ante una posible pandemia, el Ejército y quienes lo componen son los últimos que pueden salir infectados de ella. Y eso Chacón lo sabe (o lo debería saber), y eso Z. lo sabe (y debería saberlo, como presidente). Todos recordaremos que en el asunto del mal de las vacas locas fueron los soldados los que vieron eliminados de su menú los platos de vacuno, como prevención a la enfermedad, porque el Ejército es, repito, el la última institución que puede verse afectada por una enfermedad.
Así desde aquí sí se pide la dimisión de Chacón, pero no porque unos cuantos militares hayan cogido la gripe porcina, sino por la negligencia de la ministra al respecto. Si Federico Trillo ya debería haber dimitido de su cargo hace años y haberse retirado de la vida política (al menos de la política de alto nivel), Chacón también tendría que hacer las maletas y esperar mejor momento para reaparecer. Pues si la posible responsabilidad de Trillo acabó con que nuestros soldados viajasen en una tumba volante y después no se identificasen correctamente los cadáveres de nuestros soldados (los de todos los españoles), Carme Chacón es responsable de que en nuestro Ejército no se hayan tomado las medidas para que nuestros soldados no se infectasen de una enfermedad casi pandémica, y que, una vez sabido el brote, los escolares pudieran visitar el Museo del Cuartel de Hoyo del Manzanares. Y ya no hablo de la posible ocultación de la enfermedad.

viernes, 22 de mayo de 2009

Guión para un vídeo

He visto el vídeo del PSOE donde pretende mostrar, desde su visión de ultraizquierda, el estereotipo clásico de la derecha, es decir, lo que algunos medios suelen llamar la caverna. Así pues, después de verlo, me he propuesto ponerme en la piel del guionista del vídeo electoral del PP (posiblemente algún miembro de JJ.SS. pagado con dinero de la SGAE), y hacer una visión tan distorsionada como lo demuestra el rebaño de Z.
Así, podríamos ver a un inmigrante que dijera, en cualquier idioma: "No sé cuándo voy a encontrar un empleo".
Aparecería un ateo y diría: "No tiene que haber religiones en el mundo", y al fondo una iglesia ardiendo en llamas (meter mártires dentro impediría la retransmisión en horario infantil).
Un señor, con un parecido inmenso a cierto anestesista, diría: "Tenemos la solución para acortar las listas de espera en la sanidad pública".
Una feminista radical, quizás con el pelo rapado, diría: "el feto humano no es un ser humano, y la maternidad es una enfermedad"
Un político, con chaquetilla, en español: "No tiene que haber despido libre, sino trabajo forzoso".
Y finalmente, un tipo gordo y con bigote diría: "No creo ni en la pena de muerte ni en la cadena perpetua, ni en el endurecimiento de las penas, ni en el cumplimiento íntegro de éstas, pero sí creo en la depuración".



Sé que resultaría un vídeo totalmente impropio de una campaña electoral, pero no desentonaría en absoluto con la campaña radical y carente de ideas y propuestas que presenta el PSOE. El vídeo radiografía fielmente la filosofía simplista de los socialistas, si bien queda demostrado que aún pueden caer más bajo. España en positivo (¿verdad Leire?).

viernes, 15 de mayo de 2009

Sexo, mentiras y Tamiflu


En los años del felipismo se fomentaba el diálogo de los padres con los hijos para tratar el tema del sexo y drogas, a fin de evitar embarazos no deseados, enfermedades venéreas y tener un yonqui en casa, con el drama que eso conlleva, mientras la doctora Ochoa recordaba eso de hablemos de sexo.
Pero ahora, una vez que el gobierno de Z. ha vaciado de contenido el núcleo de la familia (en todas sus modalidades), la base del diálogo y la comunicación de los padres e hijos, algo que parecía tan progre en aquellos años, Bibí y Trini han decidido que las menores de 18 años puedan abortar sin conocimiento de sus padres y, ahora, cualquier niña a cualquier edad podrán comprar la píldora abortiva con la paga semanal. Y los padres sin saberlo.
Así, el menor que no puede ir de excursión sin permiso paternal, el menor que no puede votar, el menor que no puede comprar tabaco ni alcohol ni entrar en una discoteca ni jugar a máquinas tragaperras, el menor que necesita consentimiento paterno para una operación, el menor que está en la cartilla de la Seguridad Social de los padres y que son éstos quienes pagan los medicamentos, el mismo menor cuya responsabilidad de sus actos corresponde a los padres, ese mismo menor podrá abortar y comprar la pastilla abortiva sin que sus padres tengan que saber nada, a pesar de ser ellos los responsables de su desarrollo y de sus actos y quienes seguro le habrán dado el dinero para que, sin saberlo, compren esa pastilla (a menos que ya trabajen o se dediquen al trapicheo).
Y Trini y Bibí dicen que no va a convertirse la famosa pastillita del día después en un verdadero método anticonceptivo, cuando todo el mundo sabe (excepto las ministras que deben faltarles alguna salida nocturna) que el hombre le dirá a la niña que para qué usar preservativo si después puede tomarse la pastilla sin problemas. Y la misma Trinidad Jiménez, tan campante, quien no tiene inconveniente en dar sin ton ni son pastillas abortivas a las niñas, con quién sabe qué efectos secundarios (aún en debate), decide, sin embargo, retirar el Tamiflu de las farmacias porque los españoles mayores de edad somos tan gilipollas e hipocondríacos que no sabemos automedicarnos como lo haría una niña.
Y ante este despropósito, lo único que se le ocurre al PSOE es debatir si debería adelantarse la mayoría de edad a los 16 años, en vez de reflexionar, dialogar y rectificar.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Conejos en la chistera

Un día antes del Debate sobre el Estado de la Nación (eso tan discutido y discutible, Z. dixit), iba a publicar una entrada que iba a titularse Zapatero mete los conejos en la chistera, en alusión a todas esas medidas demagogas y puramente electoralistas que Z. improvisa y que tan bien le salen en los debates cuerpo a cuerpo.
Así todos nos acordamos del cheque-bebé y de la política antiterrorista anunciadas anteriormente, y ahora nos acordamos del cheque-coche, lo del impuesto de sociedades a quién sabe qué sociedades, otras medidas de gasto público y (ojo al dato) un ahorro de 1.000 millones de euros...
Y la abuela se pregunta: ¿Cuánto dinero nos ha costado a los contribuyentes los conejos de la chistera de Z.? ¿Cuánto dinero ha supuesto sus demagogias, disfrazadas de política social, frente al supuesto ahorro de 2.500 millones de euros que este personaje dice que se van a recortar de los presupuestos? ¿Cuántos millones de euros supone pagar a los más de 4 millones de parados (y los que vienen)? A la abuela no le salen las cuentas, y da gracias de que ella ya es vieja y no verá el día en que las pensiones se vayan al garete.
¿Y Rajoy? Como dijo Z., es especialista en perder elecciones contra Z. (2-0) y encima es especialista en perder debates sobre el Estado de la Nación contra Z., incluso cuando se las ponen como a Fernando VII, como era esta ocasión.
Frente a los conejos de la chistera de Z., que encima tienen que pagar las Comunidades Autónomas (a las que no dudará de llamar antipatriotas cuando digan que para sus cuentas son inviables), Rajoy no ha conseguido demostrar y evidenciar que esos conejos no son más que ilusiones ópticas, un truco fácil, que no llevan a nada. En cambio, Z. se le lleva la cartera.
Dos cosas han quedado evidentes en este Debate: Que Zapatero es especialista en cortinas de humo y que Rajoy lo es en perderse tras ellas impidiendo, de paso, que haya la claridad y lucidez de un gran liderazgo en el Partido Popular y en la derecha española.

sábado, 2 de mayo de 2009

La rabieta del PSM es de chiste

Insistiendo en su falta de atención a las obligaciones institucionales, el PSM boicotea, como boicoteó miserablemente los actos de la Comunidad de Madrid en homenaje a las víctimas del 11-M, los actos del día 2 de mayo, día de la Comunidad que preside Esperanza Aguirre, cuya cara les debe producir auténticas náuseas.
Tomás Gómez, a pesar de los esfuerzos de Esperanza Aguirre, Juan Barranco mediante, de tomar juntos, aunque fuera, unos sándwiches, sigue con su pataleta infantil que roza ya el ridículo. Y los sindicatos de Telemadrid pretenden ayudar a ocultar a los madrileños la rabieta, la posición infantil y la falta de atención a las obligaciones institucionales del socialista madrileño dejando en negro la pantalla, en un día tan significativo para los madrileños como es el 2 de mayo.
La actitud de estos políticos (que si tienen ese compromiso con su propio cargo es fácil imaginar el compromiso que pueden tener con los ciudadanos que ese cargo representa), y en especial la actitud de Tomás Gómez, recuerda al famoso chiste de Eugenio:
- Mamá, mamá hoy no quiero ir a la escuela.
- ¿Pero por qué hijo mío?
- Primero porque me duermo, segundo porque me aburro y tercero porque se ríen de mí en clase.
- Pues tienes que ir hijo mío, y por estas tres razones: primero porque es tu obligación, segundo porque ya tienes cuarenta y cinco años y tercero porque ¡eres el director!

viernes, 1 de mayo de 2009

Injerencias en política

Hoy he tomado dos noticias, una de El Plural y otra de El Confidencial, las dos distintas y ninguna tiene que ver con la otra.
La primera, la del diario digital de Enric Sopena, trata sobre los polémicos dos votos a favor de Ana Pastor y Celia Villalobos de admitir a trámite una reprobación del Congreso al Papa Benedicto XVI por sus reflexiones del uso del preserpativo como prevención ante el sida. El presidente de la Conferencia Episcopal, Monseñor Rouco Varela, llamó a Pepe Bono para, según este medio, expresar "su preocupación ante esta petición de reprobación del Sumo Pontífice". Concluye el párrafo: "Y luego dirá que lo suyo no es meterse en política." De hecho, el titular de esta noticia es: "Regañina de los medios católicos a Pastor y Villalobos y nueva injerencia de Rouco en política".
La otra noticia, de El Confidencial, es de hoy mismo, a raíz de la manifestación del primero de mayo de los sindicatos sumisos UGT y CC.OO. El titular es gráfico: "UGT amenaza: "Si el Parlamento hace caso a la CEOE se enfrentará a los sindicatos". Dice este diario: "El secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha advertido hoy al Parlamento de que si "sacan las castañas del fuego" a la CEOE y aprueban su propuesta de abaratar el despido, se producirá "un enfrentamiento indeseable" con el movimiento sindical".
Y ahora, le pediría a esta izquierda ultramontana que me digan si los sindicatos, según el rasero aplicado a la Iglesia, no están cometiendo una grave injerencia en política, chantajeando de manera torticera la soberanía popular que representa el Parlamento.
Para ser más equilibrados y más justos con todos, la Iglesia defiende sus intereses y muestra su preocupación por las relaciones entre dos Estados, y los sindicatos defienden sus intereses, sus subvenciones y, con sus tristes recetas, que haya más parados.

1 de mayo

Los sindicatos sumisos al Gobierno de Z., es decir, la UGT de Méndez y la CC.OO. de Toxo, no quieren oír ni hablar de las medidas que, desde la CEOE, se han propuesto para fomentar el empleo. Y eso lo dicen cuando dos de cada tres parados europeos son españoles. Preparan un primero de mayo reivindicativo cuyo lema es: "Frente a la crisis, empleo, inversión pública y protección social". Y sin sonrojarse.

Vayamos por partes: Frente a la crisis nunca va a ser una solución el empleo, pues el empleo es un síntoma de la situación económica, no es la solución. Si solucionamos la crisis, se solucionará el empleo, pero la crisis no se solucionará con el empleo.

La inversión pública realizada hasta ahora con la excusa de la crisis no puede llamarse, en puridad, inversión. Puede llamarse malgasto, derroche, etc., pero inversión, en absoluto. El Plan E, ese plan donde los únicos beneficiados han sido los fabricantes de cartelones de propaganda gubernamental, ha sido un fracaso. En el mes donde se iban a crear muchos empleos, se destruyeron hasta los 4 millones de parados.

Y si cada vez hay más millones de parados, con sus correspondientes pensionistas y millones de funcionarios, diputados (nacionales y regionales), senadores y otros vividores de la política (sin olvidar la alegría con la que el gobierno derrocha el dinero de todos), la protección social que puede ofrecer el sistema con los pocos trabajadores que van a quedar en este erial económico al que nos lleva Z., se va a ir por el retrete, tal y como anunció, de forma menos gráfica, el gobernador del Banco de España.

No obstante, sí puede decirse que ha habido una inversión pública que le es rentable al gobierno: aquella inversión, subvenciones mediante, en los sindicatos UGT y CC.OO. que les convierten en sindicatos dóciles y silentes ante la crisis y la debacle en las cifras del paro, a los cuales no les debe de importar el goteo incesante de bajas de afiliación.