viernes, 14 de octubre de 2011

Pan negro

La elección de Pan Negro como candidata de la Academia de Cine Española a los Óscar, en su categoría de mejor película extranjera, he generado un debate sobre si una película en catalán puede ser o no representar a España. Una pregunta que, si se hace adecuadamente, lleva implícita la respuesta: ¿Puede una película española representar a España? Obviamente, sí.

No podemos escandalizarnos por el hecho de que una película rodada en cualquier idioma español, ésta llegue a representarnos. Y más cuando un 82% de la película la hemos pagado de nuestros sufridos impuestos. Así que es española como la que más.

No obstante, cada cual arrima el ascua a su sardina, como sucede con el nacionalismo, que vende el tema como un logro del cine catalán (que no español) y de la lengua catalana, como una pequeña batalla ganada por el nacionalismo, más cuando antes Joel Joan, conocido independentista, decía: [...]la mayoría de los académicos en españa son castellanoparlante, es la lengua con la que se sienten identificados, en catalán es una lengua extranjera y, por tanto, es muy difícil que una versión original nunca llegue a Hollywood.

Resulta casi esquizofrénico que un nacionalista se lamente de que el catalán sea considerada una lengua extranjera en España (¿acaso no quieren eso?). Pero cuando se demuestra que la cultura catalana (y por tanto española) tiene aceptación en el resto de España y, cuando se hace una película que, pagada con los impuestos de todos los españoles en un 82%, resulta aceptable a los ojos de los académicos y se la nomina para ser candidata a los premios más importantes del cine, resulta totalmente lamentable (aún más) esa discriminación de la lengua castellana dentro de la cultura catalana, como sucedió con los hechos de la Feria del Libro de Frankfurt en 2007, justificado por el nacionalista Carod.

¿Aceptaría la Academia de Cine Catalán una película genuinamente catalana rodada en español? ¿Lo aceptaría Joel Joan?

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