El presidente en funciones de la Xunta de Galicia ha tenido el coraje político de dimitir tras la derrota electoral y la pérdida del caro despacho presidencial. Ha sabido analizar y comprender que es causa de la derrota, que no ha podido ofrecer un liderazgo, a pesar de los carteles electorales (O presidente), y ha decidido irse para dejar al partido reestructurarse, lamer las heridas, y quizás ofrecer un buen proyecto creíble e ilusionador que no necesite del lastre nacionalista.
Es una lección de humildad y de grandeza política a la vez. Un paisano de Touriño hizo todo lo contrario: creyó que la causa de sus dos derrotas electorales eran los demás y no él, y decidió seguir a la cabeza, a pesar de no ofrecer un liderazgo creíble e ilusionador, dañando su partido a pesar de hermosas victorias electorales.
Sería una lástima para el Partido Popular si su cúpula, embriagada de la victoria de Feijoo, no tomase nota de la valiosa lección del paisano de su dos veces derrotado presidente.
3 comentarios:
Es que los resultados del PP son buenos en Galicia y horribles en el Pais Vasco. Y esto, para la pieza de caza mayor, la Moncloa, es malo, porque
-Moviliza a los votantes que se han quedado en casa del PSOE, en las próximas elecciones.
-Puede llevar a una falsa complacencia.
Asi que la derecha estais gestionando, a mi modo de ver, bastante mal, el resultado electoral.
Saludos
Efectivamente, Javier, la derecha rajoyista se autocomplace. Cree que ha sido un examen a Rajoy cuando en realidad ha sido un castigo al dueto Touriño-Quintana por todos sus desmanes, desde el Audi hasta la política lingüística excluyente.
La falsa complacencia ya la tienen en Génova,13. Y la maquinaria de Pepiño ya está en marcha.
Te recomiendo esta entrada, creo que lo explica muy bien:
http://republicarojigualda.blogspot.com/2009/03/galicia-no-es-espana.html
Un saludo.
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