No hay duda de que tras los resultados de las elecciones en el País Vasco se abre una etapa de negociaciones en que se va a demostrar la altura de miras de Patxi López y la asunción de la gran responsabilidad que supone liderar, como lehendakari, un bloque constitucionalista que devuelva a la normalidad democrática a Euskadi o, por el contrario, puede demostrar su mezquindad política (recuérdese el trato a Mariano Rajoy frente a la capilla ardiente de Isaías Carrasco) queriendo llegar al gobierno vasco como sea.
Se abre una etapa de ilusión en que todos los demócratas que creemos en España y en los valores que nos ofrece la Constitución, independientemente de nuestra ideología, deseamos que tanto López, Basagoiti y Díez lleguen a ese entendimiento tan necesario para el cambio en Euskadi.
No debe ser el objetivo de Patxi López la lehendakaritza, sino el cambio. Pronto veremos cual de las dos cosas persigue López: la gran responsabilidad del cambio democrático o la miserable ambición de ser mero sucesor de Ibarretxe.
2 comentarios:
A mí me da que negociará antes con Satanás que con el PP.
Patxi López ya negoció con Satanás disfrazado de Otegi, mientras la madre de Pagaza le gritaba desde la calle que era un traidor. Y aún no se le ha caído la cara de vergüenza.
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