jueves, 9 de junio de 2011

La Policía, en la diana

Desde que los llamados indignados tomaron ilegalmente la Plaza del Sol y, con ella, distintas plazas de capitales españolas, amparándose en el Movimiento 15-M, todo este asunto no ha hecho más que degenerar en una acampada antisistema, degradándose el mensaje que el movimiento quisiera dar a la población convirtiéndolo en algo francamente cansino. 

Pero, gracias a la inacción de las autoridades y de políticos interesados, comenzando por Alfredo, se ha conseguido poner en la diana a las fuerzas del orden, a la Policía, a sus componentes. Hoy ha pasado en Valencia: La Policía Nacional ha tenido que actuar ante la agresión sufrida por sus componentes, consistente en lanzamiento de botellas llenas y tijeras. Eso es una agresión, un atentado en toda regla. 


Pero Rubalcaba (llamadlo Alfredo, Freddie o Rubbie, como gustéis) gracias a su forma de actuar, y los políticos interesados en atraerse hacia sí todo el movimiento 15-M por motivos partidistas (básicamente adquirir mediante el engaño el voto de los antisistema), han convertido una forma de manifestación en pacifismo. Así, tenemos que acometer y atosigar a la Policía con las manos levantadas y gritando "Estas son nuestras armas" y repartir flores a la Policía mientras por otro lado se grita "asesinos", "perros" y "Policía tortura y asesina" entre otras lindezas, son formas pacíficas de manifestación y que cualquier acción policial, aunque sólo sea mantener su área de seguridad, se convierte por el arte de la manipulación en una carga policial desproporcionada. 

Y, de ese modo, cuando desde el gobierno se les ha dado carta blanca desde el principio, aun con resoluciones declarando la ilegalidad de las concentraciones, hay quienes se permiten el asalto de supermercados y el intentar asaltar el Parlamento y el impedir que las Instituciones desarrollen con normalidad sus funciones, a pesar de que se pueda estar de acuerdo en que ciertos personajes no deberían estar ahí.


Entre el Gobierno de Rubalcaba y los antisistema está la Policía, Institución compuesta por personas que tienen que aguantar estoicamente insultos como "hijos de puta" (creo que son las únicas personas que se tienen que escuchar a diario esa expresión por el mero hecho de hacer su trabajo). Pero lo peor de todo es que tienen que aguantar que desde determinados ámbitos políticos (especialmente desde la izquierda aprovechada) y periodísticos se tilde a estos manifestantes como pacifistas, que aseguren que todas sus reivindicaciones se hacen de modo pacifista (cuando no es así) y que demonicen la lógica y proporcional acción de las fuerzas de seguridad ante las agresiones y los acometimientos, los insultos y las injurias, para ser calificada, hagan lo que hagan, como brutal y, cuanto menos, desproporcionada, poniendo siempre en duda la profesionalidad de la Institución y, peor aún, su necesidad.

1 comentario:

Tío Chinto de Couzadoiro dijo...

Da la impresión de que a alguien se le está yendo de las manos todo este asunto. La propaganda de su partido se ha cansado de decirnos que Rubalcaba es inteligentísimo. ¡A ver si va a ser tan tonto como quien lo nombró ministro!